lunes, mayo 25, 2009

NOS HEMOS MOVIDO

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miércoles, abril 15, 2009

LA OTAN DE LA ECONOMÍA

Tan política como militar. Así ha afirmado Zapatero que se pretende sea la OTAN del siglo XXI, la era de la geopolítica multipolar global. Si es política tendrá que ser económica y si es económica tendrá que ser energética. La política global es geoestrategia de la energía y, como estamos comprobando trágicamente en nuestras cuentas, economía financiera. De manera que la OTAN, que hasta el final de la Guerra Fría era una organización esencialmente defensiva y ha ido evolucionando, a la par que los marcos estratégicos de sus principales socios, hacia la seguridad entendida de manera más integral, ahora será tan política como militar. De fructificar ese re-enfoque estratégico será el hito más importante de la seguridad mundial en las próximas décadas.
Al tiempo que la OTAN cumplía 60 años de existencia buscando una nueva identidad, el desenterrado G-20 sentaba las bases del orden financiero global. Hasta la crisis económica que comienza en 2008, las finanzas se habían globalizado supervisadas por un sistema inter-nacional, es decir, fundamentalmente nacional y mal intercomunicado. Las operaciones financieras llevaban mucho tiempo siendo globales pero los sistemas de supervisión pertenecen y son gestionados bien por los Estados, bien por organismos privados de dudosa independencia como las agencias de rating o calificación. En definitiva, una globalización desde lo internacional, que no una globalización desde lo global. Cuando ha estallado la inter-burbuja (financiera, inmobiliaria) que se hinchaba globalmente en el descontrol internacional, no existía ni un solo organismo internacional que fuera capaz de abordar globalmente el problema. Ha habido que repescar uno apresuradamente, el G-20, para tomar decisiones. Nadie ha pensado seriamente en recurrir a la ONU o a su Consejo de Seguridad, demasiado burocratizados, politizados y lentos. El FMI o el Banco Mundial son instituciones de crédito. La OTAN, de momento, es una estructura militar. El G-8 era demasiado elitista, países ricos originarios de la crisis por sus prácticas hiperespeculativas imponiendo normas a todo el planeta. No quedaba bien. De manera que se alumbró el G-20, o más bien se le reanimó o se le refundó para un cometido en donde nadie habría pensado colocarle desde su creación en 1999. El G-20, un grupo informal con diez años de historia sin hasta ahora peso alguno, donde ricos y emergentes, hasta pobres, están representados alrededor de la idea de una economía financiera global ha resultado ser el único foro disponible para reorientar la seguridad económica del planeta.
La cumbre de Londres del G-20 ha sido más fructífera de lo que el pesimismo de la crisis dejaba traslucir desde la anterior cumbre de Washington, aquélla que reinventó al propio G-20. Las dos aproximaciones aparentemente enfrentadas que se iban a dar cita en ella, los países (EE UU y Reino Unido) que querían más ayudas públicas a las entidades financieras y los países (Alemania y Francia) que pretendían más regulación y menos ayudas, coincidieron finalmente en una postura de compromiso. Habría paquetes de ayuda, a los bancos pero también a países en dificultades sobre todo en América Latina, y además habría regulación, regulación global donde antes no existían más que supervisiones locales. El G-20 de Londres crea un supervisor financiero global, el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB son sus siglas en inglés), donde se sentarán los países del G-20 más España y la Comisión Europea. El FSB está llamado a ser el consejo de seguridad de la economía global. Olvídense de la ONU.
Si el FSB supervisará nuestra seguridad económica global, la OTAN pretende constituirse en el supervisor de la seguridad global. No se trata de introducir conexiones donde no existen, pero que la OTAN pretenda ser más política que militar en este momento de incertidumbre no deja de ser significativo. Tras el 11-S la Alianza Atlántica ya asumió el concepto de 'operaciones fuera de área' para simbolizar que intervendría más allá de su zona fundacional de operaciones (la Atlántica) sobre amenazas que afectaran a sus miembros, ya fueran esas amenazas directas o ya fueran preventivas las respuestas a ofrecer. El concepto de operaciones fuera de área se complementa con la apertura asociativa a hipotéticos nuevos miembros fuera del eje transatlántico tradicional, como Japón o Australia, Colombia o India. De Israel lleva diciéndose años que debería estar en la OTAN, pero esa pieza es dificilísima de encajar, pues el artículo 5 del Tratado Atlántico exige a los aliados lanzarse en defensa de cualquier miembro atacado o amenazado. El nuevo concepto estratégico atlántico se hace descansar sobre la nueva amenaza estratégica global, el terrorismo. El axioma es que si todos estamos afectados, todos debemos defendernos aliados. El terrorismo es tan significativo para reorientar la organización que incluso se piensa seriamente en incorporar a los ministros de Interior a la estructura integrada de la Alianza.
La concepción global e integrada a la que parece encaminarse la OTAN, aunque no se analiza demasiado sobre ella en público más que apuntando a cuestiones superficiales, hace de la Alianza un poderoso club global independiente sin más supervisión que el acuerdo de sus miembros. El Consejo de Seguridad de la ONU es probable que quede como teatro de resolución de disputas o de construcción de acuerdos con China y Rusia sobre sus áreas de influencia o sobre amenazas comunes, aunque ni siquiera será necesario. La OTAN podría llegar a convergencias bilaterales con China o coincidir con ella en escenarios operacionales de amenaza concreta, como actualmente ocurre con la piratería marítima en África, aunque en otros aspectos tenga que defenderse de ella, como en todo lo relacionado con la ciberguerra (se dice que China es uno de los puntos de origen más activos de ciberataques). Así que, podría decirse, de las cumbres económica de Londres y de seguridad en Estrasburgo-Kehl la más debilitada ha sido la ONU.
¿Y qué papel le queda a España en todo esto? A partir de la silla que nos prestó Francia en la reunión del G-20 en Washington hemos salido en la foto del Consejo de Estabilidad Financiera y tendremos pues voz en la seguridad económica global del futuro. Un regalo impagable a los franceses. En lo que respecta a la OTAN, nuestra experiencia en gestión antiterrorista es muy relevante para la organización, pero nuestra calidad de aliado, tras las espantadas en Irak y Kosovo, está en entredicho. La oferta de Zapatero y Erdogan de vincular la Alianza de Civilización a la Alianza Atlántica no ha podido venir en mejor momento estratégico. La OTAN quiere profundizar en su perfil político-diplomático para resolver conflictos y la nueva estrategia para Afganistán pasa de hacer centro en la población para bombardearla a hacer centro en la población para reconstruirla. De manera que las dos alianzas, la Atlántica y la de Civilizaciones, podrían adoptar un alineamiento sinérgico. Los próximos dos años, más o menos, nos dirán si la oferta de Zapatero-Erdogan era retórica, si los aliados unos y otros alcanzan a asimilar su potencial político o si la OTAN es capaz de equilibrar la seguridad de las bombas con la seguridad económica y de reconstrucción.
(publicado en El Correo, 14 abril 2009)

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martes, abril 07, 2009

INTELIGENCIA ECONÓMICA Y SEGURIDAD

Sacyr-Vallermoso pone a la venta sus acciones en Repsol YPF. Hasta hace poco Sacyr era la mayor inmobiliaria española por ingresos. Antes de la crisis de la economía financiera, una compañía originaria de un país sin petróleo como Repsol estaba posicionada entre las veinte mejores petroleras del mundo. Ambas empresas son españolas en la composición mayoritaria de su accionariado. Por decirlo de otra manera, en las dos compañías privadas las decisiones están respaldadas por capital español. O, expresado todavía con más claridad, quienes mandan en estas empresas son españoles.

El posicionamiento económico de cada país en la aldea global es uno de los principales vectores estratégicos de la globalización. Si tienes posición económica participas en las decisiones y si no, difícilmente. Esta posición económica no es necesario siquiera que sea de dominancia. Como es apreciable con el caso de los BRICs (Brasil, India y China), que seas emergente tiene un valor alcista en la aldea económica global. Observemos sino el esfuerzo que ha hecho España para estar, aunque sea de prestado, en una cumbre entre ricos reales y ricos potenciales bajo las siglas del G20. La cualidad de potencia emergente en economía significa que aportas un mercado en desarrollo y, por tanto, eres candidato a la inversión y, sobre todo, a constituirte en ecosistema de consumo. El verdadero motor de la economía globalizada es el consumo. De hecho, el impacto más severo de la crisis no va a venir de la mano del hundimiento de algunos bancos en EEUU o de empresas constructoras en España, sino de que tanto las entidades financieras como las personas se quedan con el dinero en el bolsillo y no se lo gastan. Sin consumo, el motor se detiene.

La aldea global de la economía es presa de una paradoja. Por un lado, es el resultado del esfuerzo inversor privado y de la des-estatización de la economía productiva. Durante la última mitad del siglo XX los Estados han ido abandonando sus posiciones en empresas e industrias, trasladando la gestión, y sobre todo la propiedad, a manos privadas. Esto ha sido así incluso para bienes o servicios denominados de interés estratégico para los países, como las energías, las líneas aéreas, las grandes infraestructuras. Hace algunas décadas era impensable para el subconsciente colectivo interiorizar que el servicio de gas para la calefacción doméstica no iba a proporcionarlo el sector público, sino una empresa privada. Aún hoy en España nos escandalizamos cuando se difunde el rumor de que la canalización de aguas para consumo va a ser un recurso público gestionado por empresas privadas. Pues bien, la paradoja reside en que si bien la economía es esencialmente privada, la posición económica de los Estados en el mundo y por tanto parte de su influencia dependen, entre otros factores, de la fortaleza de sus empresas en el exterior. Es decir, Repsol en España es una compañía privada, pero en la arena internacional es una empresa española, más española que empresa en algunos casos. Esta situación es paradójica porque la salud exterior del Estado español está condicionada, en buena medida, por la labor de empresas sobre las que no tiene, no debe de tener, ningún control.

En la relación Estado y empresas privadas que tienen calado estratégico convergen dos elementos que deberían, digamos, llamar nuestra atención. Lo podemos ejemplificar perfectamente con Repsol. De una parte, existe el interés estratégico del soporte energético interno, el dirigido hacia la población española. De otra, tenemos la posición de Repsol en los mercados exteriores, su materialización de contratos en muchos países, presencia empresarial que es identificada con España. Y no sólo eso, no sólo es identificada simbólicamente con España, sino que si a Repsol le va bien en el exterior nos aseguramos de que su capacidad como empresa “interior” va a ser lo suficientemente sólida como para no comprometer a uno de nuestros sectores estratégicos. El problema con Sacyr no es, pues, la constructora sino lo que finalmente acabe sucediendo con Repsol si la inmobiliaria sucumbe.

La paradoja estratégica de la economía global (que el bienestar económico de lo público dependa de la pericia y salud de lo privado) ha sido bien comprendida por los países de nuestro entorno desde hace décadas. Algunos, como Rusia o China, directamente controlan a sus empresas estratégicas a través de mecanismos pre-democráticos. Otros, como Francia, EEUU, Alemania, Reino Unido o Japón, han establecido arquitecturas nacionales colaborativas y co-responsables de inteligencia económica.

En 1994 Francia publicó el informe Matre, así bautizado por el responsable del equipo de trabajo encargado de elaborarlo. El informe describía cómo debía de estructurarse una identidad nacional de inteligencia económica. Resumiento mucho, la inteligencia económica sería un sistema colaborativo nacional dirigido, esencialmente, a proteger de riesgos y aprovechar las oportunidades en el horizonte estratégico de economías nacionales inscritas en dinámicas internacionales globales. Desde la óptica de la inteligencia económica, no es que los Estados manejen o controlen a sus empresas privadas sino que ayudan para generar las condiciones que favorezcan la presencia de empresas nacionales en el exterior. Hay dos intereses de fondo inscritos en este planteamiento. El primero, explícito, es que cuanto mejor le vaya a nuestras empresas fuera más robusta será nuestra economía dentro. El segundo interés, más implícito, es que Repsol, Telefónica, Iberia, el Santander o el BBVA son, además de privadas, empresas identificadas en el exterior con los intereses de los ciudadanos de un país en concreto. Lo que les ocurra a ellas, de bueno o de malo, nos ocurrirá a nosotros.

España no dispone aún de una identidad nacional de inteligencia económica. Existen la intención y el mandato, pero no la articulación. La preocupación por que una empresa que, aunque privada, sea extranjera pueda tomar el control de una compañía española que, aunque privada, sirve a intereses estratégicos públicos, es de sentido común en el mundo que nos ha tocado vivir. Si esa empresa extranjera está controlada de algún modo por intereses no enteramente privados sino más bien estatales, y si Estado es uno cuyo respeto al juego democrático es, vamos a decir, cuestionable, entonces la inquietud está bien fundamentada. La pregunta es si tenemos conciencia nacional de que necesitamos disponer de un sistema que analice nuestra salud económica, las amenazas y oportunidades que se derivan de las dinámicas globales. El caso de la petrolera rusa Lukoil optando a controlar la española Repsol es paradigmático de esta necesidad.

Lukoil es, además, perfecta para visibilizar los dos campos concretos de estudio para un engranaje nacional de inteligencia económica, el campo interior y el campo exterior. En el campo interior, un sistema de análisis e interpretación de la salud económica nacional debería cuidar de que nuestra estructura de bienestar no estuviera infiltrada por capital comprometido o, directamente, tóxico o sucio. La Fiscalía Anticorrupción sostiene una acusación contra Zakhar Kalashov -uno de los propietarios de Lukoil-  por “presuntamente” ser lo que se denomina en el vocabulario criminal un "ladrón en ley", esto es, un capo de la mafia rusa. En el campo exterior, cuando los intereses rusos colisionen con los españoles en mercados, por citar alguno, de Oriente Medio… ¿de parte de qué ciudadanía o bienestar creen que van a ponerse los managers de una empresa española controlada por estrategias rusas?.

Al igual que ocurre en otros países, en una identidad nacional de inteligencia económica deben participar mancomunadamente empresas y servicios especializados del Estado a niveles central, autonómico y local. La inteligencia económica no tiene nada que ver con el espionaje ni con otros usos del término inteligencia, sino con establecer un andamiaje de observación, información y análisis de nuestra realidad económica con vistas a anticipar el mejor escenario posible para el bienestar. Necesariamente este planteamiento tiene una vocación interdisciplinar y corresponsable entre actores participantes y, respetando y promocionando los intereses privados, tiene en la salvaguarda de los intereses españoles en la aldea global su carta de naturaleza.

Ahora que España se ha posicionado con claridad en el G20 por regular la economía financiera para servir, o por lo menos para no perjudicar, al bienestar de la ciudadanía, es momento para volver a pensar en articular sistemas serios e inteligentes de anticipación de riesgos y aprovechamiento de oportunidades para una economía con mayúsculas, entendida como un bien público gestionado por ciudadanos con intereses privados y legítimos, sí, pero convergentes, o al menos no contrarios, con la salud colectiva.

(publicado en Temas para el Debate, nº 171/2009)


martes, marzo 31, 2009

EMILIA CABALLERO Y EL SAP

Emilia Caballero, adjunta primera del Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana, publica un artículo de opinión el 23 de marzo de 2009 en el diario alicantino Información con el título "Hablemos del SAP". La reflexión de Emilia Caballero es, textualmente, la siguiente:

Resulta estremecedor comprobar con qué facilidad y rapidez ha prendido entre los operadores judiciales (equipos psicosociales, forenses, jueces) el llamado «síndrome de alineación parental (SAP)». Curiosamente, diagnosticar la presencia del mismo en un menor sirve para otorgar judicialmente su custodia, generalmente al progenitor varón, en los procesos de separación o divorcio donde se discute la misma. Últimamente también parecen haberse contagiado de esta filosofía los puntos de encuentro, y así lo reproducen en sus informes.

Pero, ¿qué es en realidad el SAP? En términos generales se trata de argumentar, utilizando una serie de criterios, pretendiendo dar una apariencia de perfil pseudocientífico, que uno de los progenitores, la madre en el 95% de los casos, ha manipulado a los hijos, única razón, según este argumentario, de que los pequeños rechacen la compañía del padre.

La parte acusada sólo puede defenderse negando la existencia de tal manipulación, lo que a su vez tiene un efecto perverso porque se desplaza hacia ella la carga de la prueba. No tiene que probar quien acusa, como es lógico y como es norma en Derecho, sino que ha de probar su inocencia quien ha sido acusado/a. Y así lo señala Gardner, el propio inventor de semejante artefacto: «la negación del SAP es la defensa primaria del alienador».

Los efectos automáticos de aceptar la existencia del SAP por un juzgado son tanto conceder la custodia al progenitor que se denomina alienado como la posibilidad de amenazar con endurecer aún más el aislamiento entre la madre y el/la niño/a que ha sido «diagnosticado». Se trata de aplicar como tratamiento el también diseñado por Gardner y que él mismo llama «terapia de la amenaza». La posibilidad de que un niño rechace la compañía de un maltratador, en general, no se contempla por equipos psicotécnicos y forenses como la causa más natural del rechazo, a pesar de que la experiencia nos dice que cuando en una familia hay maltrato, el rechazo del maltratador por parte de los hijos es habitual, además de ser razonable. La lucha encarnizada en los juzgados por parte del padre presentando tras un escrito otro, ya podría invitar a pensar en la posible existencia de un determinado tipo de violencia. Pero, sobre todo, si una vez que se haya investigado el caso no ha existido violencia, el sentido común señala que el tratamiento del menor respecto del rechazo debe ser conservador, esto es, aplicar un proceso de mediación entre el/los pequeños y el padre, o incluso el tratamiento de todo el núcleo familiar, etcétera.

Pero aunque aquí no voy a entrar en cómo se elaboró este pretendido síndrome, es necesario señalar que las más prestigiosas instituciones encargadas de decidir sobre la categoría científica de estas cuestiones han rechazado reiteradamente su inclusión. El SAP no es un síndrome clínico, no representa ninguna realidad clínica y así, después de 22 años, no ha conseguido el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud ni de la Asociación Americana de Psiquiatría que son las dos organizaciones que regulan los sistemas diagnósticos que se utilizan en el mundo, razón por la que el SAP no figura en los sistemas de clasificación de enfermedades ni en los manuales diagnósticos de los trastornos mentales.

Todo esto debería bastar para desechar semejante patraña, y cuando en Norteamérica ya se han dado cuenta de tanta falacia y del daño que ocasiona, sin embargo su aplicación en nuestro país está haciendo estragos. 
Quizá recuerden el caso Manresa por su repercusión mediática, más que nada porque la negativa de la menor a cumplir la sentencia del juzgado fue tan contundente y sostenida que causó impacto. La sentencia establecía la atribución de la guarda y custodia al padre, con suspensión inmediata del derecho de comunicaciones y visitas con la madre y familia materna, al considerar el Tribunal «a quo» que la niña tenía «fobia» al padre por manipulación de la madre. Lo que ha sucedido después sin eco mediático es que la Audiencia ha revocado la sentencia al descalificar el informe pericial que diagnosticó la existencia de un SAP. Pero el sufrimiento de la niña durante casi dos años queda impune.

Sólo esa posibilidad debería ser suficiente para que los jueces investigaran de oficio si en esa «fobia» de los pequeños hacia el padre puede existir maltrato hacia ellos o hacia la madre, o establecer, en caso de no existir maltrato, tratamientos de mediación dilatados en el tiempo como ya he señalado. La mejor terapia para la formación de la personalidad de los pequeños requiere atención y no decisiones drásticas. Las sentencias, en estos casos, deberían atender a una cuestión esencial, esto es, que los hijos puedan lograr tener los referentes maternos y paternos bien estructurados.

Desde aquí deseo apoyar a Emilia Caballero con el siguiente comentario:

En una época marcada por la desconfianza hacia la clase política, por una frecuencia más allá de lo casual de casos de corrupción pública y privada, y por una compleja situación económica que tiene sus raíces, entre sus muchas vertientes, en una negligencia de lo público en la supervisión del interés de unos pocos a costa del bienestar de los muchos, reflexiones como las de Emilia Caballero, adjunta primera del Síndic de Greuges de la Comunidad Valenciana, publicada en el diario Información de Alicante el 23 de marzo en la tribuna de opinión, resultan reconfortantes para la ciudadanía. Ella es uno de los primeros cargos públicos a escala nacional en denunciar públicamente la instrumentación que, por parte de una serie de sectores con intereses ajenos al bienestar colectivo, se está haciendo de una falacia psicolegal denominada "síndrome de alienación parental" y abreviada SAP. Desacreditado jurídica y psicológicamente hace décadas en los EEUU el presunto SAP se ha demostrado como una forma de victimizar nuevamente a las mujeres en casos de violencia de género. Así, el SAP está siendo utilizado en procesos legales para sembrar dudas sobre la idoneidad de la mujer como madre y para desactivar acusaciones de violencia de género. Igual que en sus orígenes hace más de 20 años en los EEUU el SAP era un artefacto destinado a sembrar la duda en causas de abuso sexual infantil cometidos por hombres, trasladando la carga de la prueba desde el abusador a la madre del niño/a abusado, hoy en España intenta hacerse lo mismo pero en casos de violencia de género. El Consejo General del Poder Judicial ya ha emitido recomendaciones sobre su desestimación, pero continúa apareciendo y siendo aceptado en juicios. ¿Cuántas Emilia Caballero serán necesarias antes de que reconozcamos lo que ya llevamos décadas sabiendo?


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domingo, marzo 22, 2009

LOS FRITZL ENTRE NOSOTROS

Josef Fritzl se ha declarado parcialmente culpable. No creemos que se sienta culpable, ni siquiera de manera parcial. Probablemente su declaración responda a una estrategia legal. Tras someter a su hija a secuestro, esclavitud y tortura durante más de dos décadas, las evidencias penales deben de ser abrumadoras. La declaración de culpabilidad le ha reportado la cadena perpetua. Estamos seguros de que no le preocupa demasiado. Ese tipo tenía la vida montada alrededor del reino de dominación que había construido en los subterráneos de la realidad. Desmontado ese reino, ahora su devenir vital discurrirá en inercia, embotado y extrañado por cómo todo el mundo le reprocha su conducta. Fritzl pensará que nadie le entiende en profundidad y se habrá dejado arrastrar por la estrategia legal de su defensor. Con toda seguridad, debido a su edad no cumplirá más de diez años en prisión. Si llega. Igual acaba sus días en un psiquiátrico, el lugar donde a veces aparcamos a quienes no encajan en nuestras categorías.

Lo más espeluznante de Fritzl es que no se sentirá culpable, sino incomprendido. La declaración de culpabilidad es una mera formalidad. En la realidad paralela y subterránea de Fritzl, su hija era su enamorada a la que protegía de un mundo exterior corrompido, para la que había creado un entorno aislado donde le proporcionaba todo el amor y la seguridad. Nadie habría entendido la naturaleza especial de ese amor y por eso se ocultaba. Ahora que es visible, Fritzl no espera que nadie lo entienda.

En esa recomposición de la realidad para servir a fines de dominación y tortura, Fritzl ni siquiera es original. Los nazis ya aplicaron sistemáticamente estos procedimientos. Los judíos no eran personas y las SS eran un instrumento de limpieza y enaltecimiento de los valores de la verdadera sociedad humana, la Alemania del Reich. ETA aplica el mismo procedimiento de desconexión moral cuando entierra a un secuestrado durante dos años o cuando lo asesina en un descampado.

No hay manera de aplicar la violencia durante un tiempo sin dotarla de significado. En ese conjuntos de significados para la violencia, el agresor se desconecta moralmente de la estructura ética común del colectivo y fabrica su propia moral, basada en la realidad paralela que pretende alcanzar con la violencia. En este tipo de agresores sistemáticos, las víctimas o bien son culpables de algo o bien están siendo liberadas o protegidas de algo. Quienes asesinaron a Miguel Ángel Blanco eran unos Fritzl no incestuosos. La desconexión moral es el procedimiento mediante el cual personas normales pueden construir en su mente una realidad paralela y sobre ella justificar cualquier conducta de humillación sobre otras. Cualquier terrorista es Fritzl, igual que lo es cualquier agresor de mujeres. La diferencia entre unos y otros es de grado.

Respecto de la reconstrucción psicológica de las víctimas, será un proceso complejo que difícilmente acabará algún día. Hemos de tener en cuenta que, sobre todo para los hijos nacidos del incesto, aquel sótano aislado, aquella realidad subterránea de Fritzl, era su hábitat normal. Allí crecieron bajo las reglas construidas e impuestas por su padre y no conocieron otra alternativa. Aquello era su casa. Ahora de repente están expuestos no sólo a otro ecosistema más vivo, interactivo y desorientador para ellos, sino a otra estructura de valoraciones y significados respecto a su situación, e incluso a quienes son como personas. Los más pequeños se recuperarán antes y mejor. Lo más importante es que se integren paulatinamente en una dinámica social. La hija violada de Fritzl siempre tendrá secuelas. Le ayudará, igual que lo ha hecho con otra secuestrada austríaca, Natascha Kampusch, la posibilidad de explicar su historia y sus sentimientos, de canalizarlos en un libro o en un documental. Nos parecerá tétrico, pero será útil.

(publicado en Vocento, 22 marzo 2009)

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martes, marzo 17, 2009

EN DEFENSA DE LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA



http://www.youtube.com/user/afavor2009

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viernes, marzo 13, 2009

SOCIALISMO DIFERENCIAL

Hasta dos y tres meses puede demorarse la investidura de un Lehendakari en Euskadi. La legislación no prevé plazos y deja el procedimiento al albur del ritmo de los partidos en constituir la nueva cámara legislativa. Aunque la incertidumbre es la más fiel compañera del futuro, casi puede asegurarse que Patxi López será gobernador de los vascos y las vascas. De este modo, la democracia pone fin a tres décadas largas de dirección jeltzale en Vascongadas. No se elimina no obstante la sensibilidad nacionalista de la población o, por mejor decir, la sensibilidad hacia el hecho diferencial. Tal vez el socialismo vasco sea el hecho diferencial.

Entre el nacionalismo españolista y el nacionalismo regionalista hay un espacio intermedio, conformado alrededor del hecho diferencial. Es curioso lo que ocurre en política con las izquierdas y las derechas. Ni en Euskadi ni en Cataluña la derecha o los conservadores del PP tienen afinidad con las (que podríamos etiquetar como) derechas nacionalistas de CiU y PNV. Es cierto que Aznar se entendió en algún momento con CiU, pero siempre a nivel de España interesada por los catalanes, nunca en territorio de la propia Comunidad Autonóma. En ambas regiones diferenciales, por el contrario, la izquierda socialista ha tenido una comunicación más fluida, incluso relación de gobierno en Euskadi, con las derechas nacionalistas. Cierto es también que la relación socialista-nacionalismo conservador en Cataluña ha sido menos potenciada, sencillamente porque ambas allí son competencia directa de gobierno. Ahora y desde hace algún tiempo también lo son en Euskadi, luego la comunicación con el PNV se resentirá nada más que por eso.

La tercera vía para que exista una alternativa sólida al nacionalismo en Euskadi es gestionar el hecho diferencial vasco. Hacerlo política y socialmente. El hecho diferencial tiene que ver con la cultura, con los modos pautados y recurrentes de pensar, sentir y actuar en una población. En Euskadi es la lengua y la identidad, pero también la fiscalidad y la economía que tienen un diseño diferencial en el seno de la España común. Eso cabe en la España de las autonomías. En definitiva, eso es la España de las autonomías.

El plus que propone el nacionalismo jeltzale sobre el socialismo vasco es el derecho a decidir, es decir, la autodeterminación. En realidad el planteamiento peneuvista es una falacia, puesto que el derecho a decidir ya existe en Euskadi. Con independencia del encaje constitucional del término, el gobierno autonómico vasco decide sobre una buena mayoría de las cuestiones que afectan al ciudadano. Si decide el gobierno vasco está decidiendo el ciudadano autodeterminado. Hay que reconocer, por otra parte, que todavía existen un abanico de transferencias pendientes de ejecución. Y no permanecen pendientes tanto por una limitación de la capacidad vasca de decisión como por el resultado de las tensiones entre administraciones públicas en el reparto del poder y, en grandísima medida, del dinero público.

El vasco y la vasca de la calle son quienes han compuesto el puzzle del parlamento de Euskadi para que haya una nueva ecuación de las mayorías y minorías de decisión. El éxito de un alcalde es gestionar y defender la realidad diferencial de su pueblo, haciéndolo progresar. De igual manera, el éxito de Patxi López dependerá de su capacidad para defender lo vasco. Lamentablemente para el ciudadano, el juego político no sólo versa sobre la defensa de los intereses diferenciales de la población, sino también sobre la pervivencia del grupo político en un status de poder. Y ahí se le van a enredar las cosas al futuro Lehendakari socialista.

El primer director socialista para la orquesta de Euskadi tendrá complicado tocar la partitura del hecho diferencial. Arrancará la función con los votos populares en la investidura, pero gobernará en solitario. Si quiere imprimir progreso a Euskadi tendrá que ser diferente. Y si no que mire lo que ha ocurrido en Galicia. El propósito de todo político que conquista un gobierno históricamente monopolizado por otra sensibilidad es lograr la segunda legislatura. Así calculan los estrategas de los partidos. La política socialista en Euskadi durante los próximos cuatro años distanciará a Patxi López de los populares. La prospectiva interna del PP está condicionada por la conciencia de que nunca gobernarán en Euskadi. A partir de esa conciencia, los populares pueden elegir un apoyo estable al PSE o garantizar la investidura de Patxi López para inmediatamente después descolgarse de los socialistas y negociar cada votación en el parlamento. Por instinto elegirán lo segundo. Todavía no creo que tengan calibrado si les interesa más aparecer como un apoyo sólido del socialismo en Euskadi o caer en la tentación de dejar que Patxi López se ahogue en la matemática parlamentaria, enrojeciendo en el mapa español un fracaso autonómico socialista. Habrá que observar la dinámica.

En orden a planificar las estrategias, las calculadoras internas de los partidos políticos se estarán preguntado a costa de qué o de quién han obtenido sus votos y, sobre todo, de dónde pueden sacar más. En términos de votos, el socialismo ha crecido en Euskadi un poco menos de lo que ha perdido el PNV y casi el equivalente a lo que ha perdido el PP. Si los socialistas hubieran obtenido su resultado a costa del voto jeltzale la estrategia sería más sencilla. Querría decir que hay un trasvase de voto nacionalista moderado al socialismo. No puede asegurarse que esto haya sido así, de momento. Lo que aparece claro a la luz de los resultados es que algunos ciudadanos constitucionalistas, indecisos y previamente votantes del PP, son quienes han ejercido el voto útil hacia el socialismo. También que el socialismo ha recibido algunos (probablemente menos) votantes nacionalistas desencantados con el soberanismo de Ibarretxe. Los unos y los otros han puesto a Patxi López ante un desafío formidable.

El reto al que se enfrenta Patxi López y por extensión Zapatero es que Euskadi no sea como Galicia. Tal vez el socialismo no ha reeditado allí porque el gobierno de Touriño no tenía política propia. Lo que cada vez más quieren los electorados son gobiernos que no les haga pupa y que propongan una diferencia de progreso respecto de las alternativas. La clave para el socialismo en Euskadi será desarrollar una política progresista sin complejos pero incardinada de hecho diferencial sin llegar a ser nacionalista. La cuadratura del círculo… que haciendo un gobierno de independientes, mucho me temo, no va a conseguirse. Los independientes, por definición, son indefinidos. El próximo Lehendakari de Euskadi tiene que definirse y hacerlo de modo distinto al jeltzalismo orgánico o al nacionalismo centralista.

Si el socialismo vasco quiere aumentar su mayoría en Euskadi, tiene dos vectores estratégicos para desarrollarse: o pescar en el río nacionalista o laminar la base electoral del PP. El último de ellos no es demasiado posible y el primero tampoco si se practica una política que parezca nacionalista. La tercera vía es el camino, un socialismo de la diferencia, del hecho diferencial que haga encajar lo local en lo global, que desde un vasquismo no rupturista proyecte cada identidad de Euskadi en eso que se viene en llamar glocalización.

Naturalmente, habrá muchas dificultades. Antes de mitad de legislatura el PP sufrirá las pulsiones internas para hacer fracasar al socialista, pero al socialista de la Moncloa. Es absurdo, pero así será. Entonces el PNV puede aproximarse a Patxi López como redentor, trasladando el mensaje de que sin la “sensibilidad” de Sabin Etxea en la ecuación de Ajuria Enea no existe gobierno viable en Euskadi. Cuanto más genuinamente diferencial sea Patxi López, más ventaja competitiva acumulará.

(publicado en El Correo, 13 marzo 2009)

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TIROTEO GLOBAL

La globalización del comportamiento no sólo afecta a las conductas de consumo. Los métodos de asesinato, sobre todo cuando son en masa, también se imprimen de influencia global. Originario de los EEUU, ha ocurrido un par de veces en Finlandia y ahora en Alemania. El patrón de comportamiento es lo que se globaliza, lo que se imita. Toda una nutrida línea de trabajo e investigación en Psicología, la psicología del aprendizaje social, se sustenta precisamente en los procesos de adquisición de comportamientos a través del modelado u observación de los otros.

La globalización del comportamiento no tiene un ritmo lineal, sino dinámico. De repente te puedes encontrar con una concentración de casos en un espacio de tiempo, sin que puedas preverlos a partir de lo que estaba sucediendo en el pasado. Es de repente. Lo que distingue a un proceso emergente de uno que al final se ha globalizado es su normalización. En cuanto se normalice, será global. De momento, este patrón de comportamiento en Europa es emergente, aunque no forma parte de la normalidad. A España no ha llegado aún porque los factores sociales no lo favorecen. Aquí es más propio, aunque estadísticamente anómalo, un hombre de edad con una escopeta de caza que la emprende a tiros en el pueblo, como sucedió en Puerto Hurraco en 1990 o ha ocurrido ahora con un taxista jubilado en la localidad murciana de Moratalla.

Lo que se copia, lo que se modela, es el patrón comportamental. Alguien con un impulso, una idea o una sensación criminal va a recrear previamente en su mente un escenario de ejecución para esa realidad criminal. Ningún tiroteo escolar ha sido completamente impulsivo; ya había sido planificado mentalmente. La imaginación del escenario, en una aldea global donde permanentemente se proyectan escenarios de posibilidades, está influida por la comunicación planetaria. Hay posibilidades en el cine y en Internet. Naturalmente, los escenarios más influyentes en modelización son aquellos más visibles, más impactantes, con mayor huella, con mayor repercusión colectiva. El tiroteo escolar o el crimen en masa es un comportamiento surgido de las peculiaridades sociales estadounidenses, que la globalización ha deslocalizado. Habrá más.

(publicado en Vocento, 12 marzo 2009)


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